Dentro de la vida tenemos ciertas metas que cumplir que nos encaminan dentro de una zona de confort. Pero cuando la vida nos sobrepasa nos manda a salir de ahí para entrar a una zona de riesgo y sentir que todo a nuestro alrededor se tambalea. Es posible que la película Vida privada escrita y dirigida por Tamara Jenkins sea un ejemplo de lo que estamos comentando.
La historia se centra en un matrimonio de cuarentones que están buscan dar un paso dentro de su vida conyugal. Estancados en la cotidianidad están deseosos por ser padres pero los años se lo llevaron por delante, por lo cual, se embarcan en un sinfín de tratamientos de fertilidad y de adopción para lograr el reciente deseo. En el transcurso de ese arduo camino encuentran una luz de esperanza en una sobrina lejana, quién guarda una angustia sobre los propósitos en su vida, por esa razón decide ser parte de ese proyecto.
El matrimonio está conformado por Rachel (Kathryn Hahn) y Richard Grimes (Paul Giamatti) una pareja dedica a las artes, talentosos en sus respectivas áreas y con una vida “domestica” consolidada, sin importarles los pendientes del mundo real. Ambos plantean la necesidad de tener un hijo antes de que los años sigan avanzando. En ese camino entran en una lucha agotadora para cumplir ese objetivo. Sin resultados positivos, la solución que encuentran es tirarse la culpa, hilvanando un sinfín de idas y vueltas que los devuelve a su zona de confort.
La película está disponible en la plataforma Netflix y es una buena propuesta para indagar en las temáticas matrimoniales, el deseo de ser padres, los métodos para concebir un hijo, el rol que cumplen las empresas de fertilidad para poder llevarlo a cabo y el poder que ejercen sobre el deseo de los futuros padres.
FICHA TÉCNICA
Vida privada (Estados Unidos/2018)
Guion y dirección: Tamara Jenkins. Elenco: Kathryn Hahn, Paul Giamatti, John Carroll Lynch, Dennis O’Hare, Molly Shannon. Duración: 123 minutos.