Teatro se puede hacer con mucha iluminación, mucho vestuario, un gran escenario bien a lo clásico, o bien, se puede hacer con un par de actores con mucho talento, un buen texto dramático y un espacio austero, como el caso en el que nos detendremos en las siguientes líneas. Pues bien, a veces lo abundante en material no sirve de nada si no hay contenido.

En Apacheta Sala/Estudio (Pasco 623, C.A.B.A) circuito alternativo ubicado en el barrio porteño de Balvanera se presenta en horarios atípicos para los espectadores porteños, Mi hijo sólo camina un poco más lento del autor croata Ivor Martinic, dirigida por Guillermo Cacace. Esta pieza que ha asombrado tanto al público y a la crítica se encuentra en cartelera desde hace varias temporadas con cuatro funciones divididas entre sábado y domingo.

En el espacio dramático se encuentra una familia algo disfuncional que está ultimando los detalles del cumpleaños de Branko, personaje que hace algún tiempo ha sufrido una transformación que impactó en su familia. La elección del elenco no pareciera azarosa, dado que tenemos actores de diferentes generaciones, cada uno tiene su momento para destacarse, por ejemplo, hay una suerte de narrador que no llega a integrarse como un personaje, pero va guiando todo el acontecimiento.

¿Son estos los actores? En un espacio casi vacío, que podría ser una sala de ensayo, un grupo de personas vestida informalmente deambula entre unas sillas dispuestas aleatoriamente. Hablan con el público que se acomoda en las gradas, inclusive convidan mate. ¿Ya están actuando? Los espectadores habituados a las salas independientes ya están familiarizados con los procedimientos propios del teatro postdramático, razón por la que se dejan llevar por el juego, hasta que la voz muy dulce de una de las actrices indica que la función dará comienzo. El espacio minimalista de la escena se complementa con la interacción de los actores con las sillas antes mencionadas, y a medida en que avanza el relato este intercambio causa más impacto, teniendo presente el conflicto principal.

En pocas palabras podemos decir que el texto dramático toma un tema universal, y que produce un golpe al corazón como todas las obras que tienen a la familia en un proceso de metamorfosis. Las peores cosas pareciera que le suceden a los demás, que no nos afectan, pero cuando la realidad está expuesta ante nuestros ojos los resultados pueden ser catastróficos para las emociones.

Así pues, esta pieza digna de ver estará en cartelera hasta noviembre del corriente año, pero seguramente permanecerá mucho tiempo arriba de las tablas.


Ficha técnica

Intérpretes: Juan Tupac Soler, Paula Fernández Mbarak, Antonio Bax, Romina Padoan Elsa Bloise, Luis Blanco, Clarisa Korovsky, Aldo Alessandrini, Pilar Boyle, Gonzalo San Millán, Juan Andrés Romanazzi, María Emilia Ladogana / Diseño de luces: David Seldes / Arreglos musicales: Francisco Casares / Vestuario: Alberto Albelda / Escenografía: Alberto Albelda / Fotografía: Nora Lezano / Tráiler y diseño gráfico: Mariano Asseff / Producción ejecutiva y Prensa: Carolina Alfonso / Asistencia de dirección: Catalina Napolitano / Dirección asistente: Julieta Abriola / Dramaturgia: Ivor Martinic´/ Traducción: Nikolina Zidek / Dirección: Guillermo Cacace.


Espacio: Apacheta Sala/Estudio / Dirección: Pasco 623 C.A.B.A. / Funciones: sábados y domingos 11:30 hs y 14 hs / Entrada general: $220 / Hasta: 27/11/2016