Un cuento de hadas para adultos
“Las palabras pasan, pero el silencio, si hubo por un instante la ocasión de mostrarse activo, no se borra nunca; y la vida verdadera, la única que deja alguna huella no está hecha sino de silencio”
Maurice Maeterlinck
Cómo en un sueño inicia el relato, un mundo donde hasta lo imposible se transforma en posible. No sabemos mucho, lo que sí es certero es que se trata de una historia que sucedió hace cientos de años, como lo indica la voz en off del comienzo, que también será la encargada de clausurar el relato.
Con una cámara que se desplaza suavemente por el agua se presenta flotando la protagonista Elisa, interpretada por Sally Howking, viviendo dentro de ese mundo sumergido. Inmediatamente, surge un vuelco abrupto con el sonido del despertador, en ese momento retorna al mundo terrenal y el tiempo pareciera haberse atrasado. En este mundo terrenal la princesa sin voz vive su cotidiana vida, pese a sus falencias notorias es una mujer como tantas otras libre, sin prejuicios y dispuesta a vivir en el universo del orgasmo.
El gesto erótico de la masturbación da cuenta el deseo sexual vivo que tiene Elisa, puede no tener a nadie al lado, pero vive una vida simple con lo mínimo e indispensable, y eso que le falta (el amor) llega de otra forma. Esa forma es sobrenatural (encarnado por Doug Jones) pero con apariencia humana, es diferente pero también resulta familiar. El anfibio antropomórfico proveniente de Sudamérica también encuentra su otra mitad en Elisa. Ambos traen aparejados varias cosas que los une profundamente: son los “otros” que deben moverse en una sociedad dominada por las apariencias, tienen una belleza que nos impide dejar de mirarlos. Pero lo más importante en esta historia de amor atípico es que no hablan, así se transforman aún más en los marginados que no pueden ser incluidos en el sistema. El hecho de que no hablen es un motivo que produce sentido a lo largo de toda la película. Pues bien, como sabemos la vista siempre llega antes que las palabras y las palabras nunca se adecuan a la vista. La princesa sin voz que como bien sabemos no es nada ingenua, sabe que el amor por esa criatura es para siempre, a su lado se siente realizada y está dispuesta a jugárselo todo por amor.
Técnicamente presenta un trabajo deslumbrante desde la iluminación hasta la composición de las escenas produciendo un clima nebuloso que por momento genera similitud por la atmósfera que se percibe entre el fondo del agua y la superficie. Desde el comienzo queda contextualizada el agua, y justamente en el agua es donde surgen las escenas más importantes. Pareciera que en el fondo del agua todo es tranquilo y en la superficie (la tierra) reina lo inestable, lo podemos comprobar desde los movimientos de cámara. En la tierra todo está dominado por los males: el poder, la sociedad de consumo, la estigmatización, los rusos en tiempos de guerra. El clima símil del fondo del agua y la tierra marca un paralelo entre el amor posible y la pérdida del amor marcado por el poder de lo que “es correcto hacer”. Finalmente, siempre habrá un lugar para ser feliz, pues bien, entre el agua y su profundidad perdura un loco amor, y como un cuento de hadas podemos aventurarnos con que vivieron felices para siempre.
Leí por ahí decir que Guillermo del Toro hizo de todo solo por ganarse el Oscar, pero bien deberían tener en cuenta que el señor Del Toro y los directores mexicanos ganadores del Oscar trabajan para la industria cinematográfica y no lo niega, no son hipócritas. En tal caso, si este director hizo lo posible por ganarse el Oscar y el León de Oro en el festival de Venecia, pues, bien merecido lo tiene.
La película tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse en una obra maestra: intriga, suspenso, policial, romance, y demás etcéteras. En conclusión, La forma del agua es la prueba de que el amor aparece inesperadamente y puede tomar muchas formas. Por eso, vale la pena unas cuantas panzadas de esta película que nos invita a soñar con otros mundos.
Ficha técnico
La forma del agua (The Shape of Water, 2017)
Dirección: Guillermo del Toro. Guión: Guillermo del Toro y Vanessa Taylor. Elenco: Sally Hawkings, Michael Shannon, Doug Jones, Richard Jenkins, Octavia Spencer, Michael Stuhlbarg. Producción: Guillermo del Toro, J. Miles Dale. Distribuidora: Fox. Duración: 123 minutos.