Algunos sentimientos son profundos…
El regreso del cine trajo a la cartelera la película francesa Retrato de una mujer en llamas, dirigida por Céline Sciamma. La misma está conformada por un elenco íntegramente femenino y se encuentra ubicado en el siglo XVIII.
La acción inicia con Marianne, una profesora de pintura, que está posando relajadamente para sus alumnas pero abruptamente queda interpelada por una pintura suya que está en el fondo del salón. De esa manera, da comienzo a un gran flashback.
Marianne recuerda un viaje hecho tiempo atrás a una isla para retratar a una joven por encargo de su madre. La artista se encuentra con el inconveniente de que la joven no quiere posar, por lo cual, debe realizar su trabajo de manera cuidadosa y en secreto. Este personaje (a quién Noémie Merlant da vida con sutileza) recuerda en detalle su llegada a la gran casona en la que se encuentra su modelo, quién se convertirá en su inspiración por unos días. Héloïse (interpretado brillantez por la actriz Adèle Haenel) constituye a la misteriosa joven que acaba de dejar los hábitos y está por casarse aparentemente en contra de su voluntad.
A medida que avanza la película los personajes entrarán en un sistema interno que las afecta (en llamas) y que da inicio a un amor que las modifica y les deja una marca.
El lienzo en blanco se irá completando a medida que la pintora establece un vínculo más sentimental con su modelo, dando un resultado más satisfactoria pero a su vez dolorosa, ya que, con esa pintura le entrega ese amor a un hombre. Juntas se sienten plenas pero también son oponentes, dado que, pertenecen a diferentes clases sociales. Por un lado, la pintora es una persona libre de decisión, mientras que, Héloïse perteneciente a una clase alta está marcada por la tragedia de su hermana y es obligada a cumplir con los mandatos sociales.
El gran flashback de los primeros minutos vuelve en el tiempo para ir a un flashback más cercano donde la pintora recuerda la última vez que vio a Héloïse. Este breve pero intenso amor enciende en ambas un fuego que no podrá apagarse en el cuerpo y que quedará grabado a lo largo de sus vidas.
Este film bellísimo tiene puesto la mirada de una mujer, la directora Céline Sciamma y quién debemos seguir de cerca sus pasos) sobre otra/otras mujeres (las actrices) que se desdobla en el relato que justamente es un retrato de una mujer que se modifica según la visión de la pintora.
Cada película que visionamos nos afecta de modo diferente, de acuerdo al momento en el que nos encontremos en nuestras vidas, quizás, en este momento particular soy un poco una mujer en llamas. Recomiendo gratamente el visionado de Retrato de una mujer en llamas. Y es una excelente opción para volver a la gran sala de cine.
Retrato de una mujer en llamas (Portrait de la jeune fille en feu, 2019)
Dirección: Céline Sciamma / Guion: Céline Sciamma / Música: Para One, Arthur Simonini / Fotografía: Claire Mathon / Reparto: Noémie Merlant, Adèle Haenel, Luàna Bajrami, Valeria Golino, Christel Baras, Cécile Morel, Armande Boulanger, Michèle Clément