Moscú

 Se trata de la adaptación de la obra del autor ruso Anton Chejov Tres Hermanas que fue dirigida por Kontantin Stanivslaski en el Teatro de Moscú en 1901. Masha, Olga, Irina y Andrei a un año de la muerte de su padre se debaten entre quedarse donde viven o regresar a Moscú donde vivieron su infancia y fueron felices.

 La brillante adaptación corresponde a Mario Diament que asume el desafío con coraje de cirujano poético y reduce de catorce a tres los personajes sin tocar un solo nervio de Chejov. Lo cual hubiera provocado una parálisis en la dramaturgia, irremediable.

 La puesta en escena y dirección de Daniel Marcove planta este universo en un hábitat despojado de realismo, entre valijas y objetos poéticos, con metonimias radiantes rompe lo cotidiano con signos bellos que hacen que el espectador se conmueva inevitablemente y respire estéticamente rescatándolo de la insoportable asfixia que propone el texto. El tiempo está simbolizado como un personaje más en la escena. El tiempo que de tan presente se nos vuelve invisible de pronto.

 Ellas, las protagonistas, re-crean ese todo haciéndolo posible y verosímil. Las actuaciones son magistrales. Cada una con su impronta y su particularidad. Tres edades, tres precipicios con distintas alturas, cada una de sus interpretaciones nos genera un vértigo con distintas texturas y relieves, y aromas históricos.

 Tres ellas, que por momentos son una. Una, que por momentos son tres. Ellas, como tres estaciones de una misma vida. Ellas como metáfora de la historia. Ellas, expresan un entramado de miedos, ilusiones, fracasos, deseos, se enlazan en sus miradas en una sincronía tan bellamente femenina.

 Alejandra Darín de férrea trayectoria nos regala una misteriosa Olga que sostiene delicadamente con una firmeza femenina. Sutil y precisa sostiene la escena en la palma de su mano promoviendo las libertades de sus hermanas-actrices. Maia Francia crea un Masha, irreverente, habitada por todos los fantasmas del teatro, es un terremoto de quieros y contradicciones. Animal y racional a la vez. Combate en escena con una dulzura particular. Antonia Bengoechea es, Irina, su actuación huele a rosas, joven, pero ya tan sabía en escena, el teatro está en ella como la luz en el amanecer no tiene edad su alma y está descalza el escenario ya es tierra húmeda donde podemos ver sus huellas hacer camino.

 Moscú también es una fiesta teatral de esas que te invitan a celebrar y a reflexionar hasta arrodillarnos, no para doblegarnos sino para dar ese impulso y re-flexionar para dar ese salto que nos trasportará hacia dónde deseamos estar. Ellas, nosotras, ya muchas más que tres.


Ficha técnica

Autor: Mario Diament / Elenco: Alejandra Darín, Maia Francia, Antonia Bengoechea. / Vestuario y escenografía: Paula Molina / Dirección: Daniel Marcove.

El Tinglado (Mario Bravo 948, CABA) / Funciones: Viernes y sábados 20hs /  Entrada: $380 / Hasta: 29/09/18.