La selfie de la patria o el Hamlet argentino
El unipersonal escrito e interpretado por Guillermo Parodi nos ofrece un texto con fractura expuesta, una hemorragia poética que lejos de cicatrizar nos deja el conflicto a la vista mostrándonos los jirones de una patria rota. Un identikit teatral de barro y humor de nuestra argentinidad que nos deja reconocer fácilmente a pesar de su camuflaje metafórico nuestra fisonomía nacional.
Guillermo Parodi, de manera sobresaliente, juega a encarnar a la patria misma y la hace transpirar travestida y ficcionada en un personaje complejo que se distancia y acerca al espectador como en una suerte de microscopio que invitan a habitar ese cuartito desordenado de nuestra sociedad donde guardamos trastos y herencias dispares y un telescopio que ayuda a mirar a lo lejos. En esta ceremonia patética nos hace comulgar sus versos y el espectador lo acepta en un atmosfera de complicidad con el artista. El registro expresivo oscila entre un demonio y un ángel de esa manera consigue irrumpir en el asombro virgen de los que somos testigos de ese despliegue interpretativo que nos deja obnubilados ante esa presencia que no puede fácilmente acomodarse en una forma cerrada ya que muta camaleónicamente en un striptease histórico macabro y tierno a la vez.
Parodi juguetea con los significados y significantes de una Argentina mercantilizada y hace de la poesía una moneda que no devalúa, por el contrario La tatú mulita, es un espectáculo de peso que indaga en la pregunta social más íntima ¿Dónde vive la patria? Así, nos interpela en nuestras libertades, en nuestras miserias, nuestras vergüenzas y nuestros vicios oligárquicos de medio pelo.
La tatú mulita, la recicla de la historia, es una rayuela metafísica en un compás cuántico que nos evoca a siglos de semicolonialismo y de cipayos en un aquí y ahora concreto que nos hace recorrer desde la tierra hasta el cielo por estampas de un país con forma de laberinto impregnado de estigmas y de enigmas que expresa en sus versos que son como moretones semánticos que traducen infernalmente lo intraducible.
La tatu mulita es un dialecto teatral que afirma que la batalla cultural está de pie. Es un espejo que pone luz sobre nuestra identidad y nos muestra la absurdidad de un pueblo, nosotros.
La tatu mulita una de las representantes más característicos de la fauna argentina, que posee una armadura para protegerse de eventuales enemigos en la recicla de la historia vemos como el enemigo quedó dentro de esa coraza y no en los márgenes entre el Ser y No ser, esa se aproxima más, en tal caso, a la moral particular que los ingleses plantaron como universal, es la patria moral de ellos, acaso la nuestra patria reside en la mutación camaleónica simultánea y sucesiva de ser mientras no somos y no ser mientras somos, cocoliche dialectico de nuestra alma blanca y celeste, o celeste y blanca, o blanca y negra, mestizos del tiempo, indios y europeos.
La tatu mulita la recicla de la historia, un espectáculo poético-ecológico que cava hondo como la tatú, en las tierras de la argentinidad profundizando sobre la diferencia entre el cambio y la verdadera transformación social para una liberación económica y también espiritual.
Un autorretrato nacional o Selfie patriótica, como nuestro lenguaje lo expresa: el dominio de la mentalidad extranjera sobre nuestra gama lingüística. ¿Popular o antipopular?: That is is the question.
Alerta Cultural conversó con Guillermo Parodi actor, director, poeta
¿Cómo surgió la idea de esta obra?
El devenir político de nuestro país dio origen en mí a una serie de reflexiones sobre la argentinidad, sus contradicciones, sus grietas y sus despliegues en las acciones que transforman la realidad fáctica de nuestro suelo. Así, descubriendo cual sería para mí el verdadero discurso detrás del no discurso de este neoliberalismo instalado y desarrollándose en toda la región y que en nuestro país se despliega en ciertos personajes mediáticos de la política argentina.
¿Cómo fue el proceso del texto?
Hay un momento de acopio de imágenes, fragmentos de discursos, noticias y lecturas. Pero al mismo tiempo “La tatú” es una suerte de catarsis que me fue necesaria. Ciertos discursos, ciertas palabras, ciertas respiraciones en nuestros días fueron conformando este devenir de palabras, hechos, citas, personajes, lugares y momentos históricos. Intentando indagar en esto que es la política en la historia argentina. En su bestiario. Cuáles son los animales de la política que habitan nuestra historia. La Tatú se me presento entonces como una suerte de Diosa de la Argentinidad. Una Drag Queen devenida en generala de un cabaré cuartel, que ensaya un discurso al “pueblo argentino”. Ese discurso es el discurso de la grieta. El neoliberalismo desatando sus bestias.
¿En qué tiene que estar alerta “la cultura”?
En contestar. En decir. En poner el prisma allí donde es necesario. Aún con falta de recursos. En esa misma grieta que permite que filtremos estos fluidos en chispazos de luz. Trabajar en la cultura y ser un trabajador de la cultura, permite darse una noción de la necesidad de ser presente y estar en acto, alerta y atento al devenir de nuestros coterráneos y nuestro suelo. Y el Estado debe estar presente llevando recursos para el desarrollo y su fomento Y si el Estado no está presente, el artista y los trabajadores de la cultura deberán pelear por que lo haga.
¿Cuál la relación entre la poesía y el teatro. Como es actuar un texto q escribiste a diferencia de encarnar textos de otros autores?
El teatro es poesía. Es metáfora en el espacio, en el cuerpo y en el tiempo. El instante teatral es la poesía misma latiendo, respirando. La poesía y el teatro tienen todo que ver y nada que quitarse. O en todo caso, quitarse ambos cualquier ropaje que los condicione fuera de la metáfora. El teatro es poesía en acción. Vengo del teatro y un poco también de las letras, de los poemas de mi padre y de mi madre (Teresa Parodi). Hace poco publique un poemario “Un punto blanco en la pared. Poemas para un silencio.” con los amigos de “QEJA Ediciones”. Allí también algunos poemas teatrales intentan transitar estas ideas. Textos poemas que son diálogos escénicos que transitan estos tópicos.
¿Qué representa el teatro para vos?
La vida. Es el único lugar donde por un instante, en el momento preciso en que se da la primera respiración al encenderse la luz en un escenario, el mundo se divide en dos, actores y espectadores. Todos por igual respirando el momento. Y eso es un milagro en tiempos tan mercantilizados y deshumanizados.
¿Por qué “La tatú mulita” hoy?
Antes decía que la Tatú es una suerte de catarsis necesaria para mí. Es un autorretrato de lo Nacional. Una suerte de estampa de nuestra historia y nuestras contradictorias costumbres. Una instantánea del estado de las cosas y los asuntos de nuestro suelo. Deviene necesario, a veces, parar la pelota en el medio de la cancha y el juego y ver dónde estamos parados y dónde están los demás para tirar el centro y que alguien cabeceé. La idea es entretener igualmente. Reflexionar también. Pero, sobre todo. Interpelar. Interpelarme. Interpelarnos.
Datos
Funciones: Sábado 16 de febrero 21hs en El Patio de Plastilina Ciclo Teatro bajo la luz de la luna junto a otras obras breves. Entrada: precio popular 70$.