Río Negro, Cinco Saltos, teatro argentino.
Un impactante relato teatral sobre nuestra identidad ancestral.
Todo viaje nos cambia de lugar físico pero también emocional y espiritualmente, o eso es lo que pretendo que me pase cuando viajo. ¿Qué sentido tiene moverse para solo transportar equipaje? Los viajes son para mí una excusa que tiene la materia para posar el alma en otras partes. Mi último viaje fue a Neuquén. Cristina Mancilla y Margarita Garrido me convocaron para dar un seminario de Dramaturgia para la infancia. Allí mi amigo y director Lucio Herrera me esperaba en el aeropuerto.
En el seminario en el teatro Teneas una participante me invita a ver una obra en la que actúa y que se está dando en su teatro construido en una chacra, luego me enteré que es la primera sala de teatro independiente de Cinco Saltos, en plena zona rural, junto a una plantación de almendros, ella Pini Ullua y su compañero Ariel Foriester, construyeron un teatro utilizando la técnica de permacultura de la construcción con barro: Barro teatro.
La obra se llama La Flor de Amate -Cun.
Al llegar y bajo la luna, me cuentan que dos actrices del elenco hicieron la residencia con la autora colombiana: Beatriz Camargo.
La flor de Amate- Cun tiene como disparador un libro de un autor guatemalteco y Premio Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias “Hombres de Maíz” y otros relatos.
Goyo Yic, ciego y mendigo comienza un recorrido en busca de su mujer y sus hijos quienes lo abandonaron y allí tiene que confrontar a la muerte para poder continuar su viaje.
Al terminar la función comimos junto a los artistas en una ceremonia musical inolvidable.
Las actuaciones son sobresalientes así como el trabajo de dirección. El grupo trabaja en una sincronía impactante. Como decía Chacho Dragún, “Todo grupo que consigue sostenerse en el tiempo habla, no solo de una estética, sino también de una ética”. Ellos son: Dardo Sánchez, (director, actor y músico) Diego Rómulo Eggle, Ariel Orlando Forestier (actor y músico), Francisca Jorgelina Gómez (actriz y música), Ayelen Prado, Liliana Ester Godoy, Cecilia Calvo de Arcucci, Cintia Vanina Ullua y Gabriela Camino.
El grupo trabajaba borrando las fronteras que el colonialismo impuso con artificiales estéticas, ellos cultivan con sus manos nuevas, las honestas, fronteras poéticas y así visibilizan las diferencias entre cada colectivo teatral que expresa las inquietudes particulares de cada cultura específica, que son las que nos nutren en un mutuo y equilibrado intercambio cultural superador y no amenazante ni para el artista ni para el espectador.
Un elenco que trabaja en pos de la recuperación de la memoria colectiva a partir mitos, leyendas y las cosmovisiones que existen en el imaginario para promover el respeto por la diversidad y la heterogeneidad cultural como alternativa a las estéticas hegemónicas.
Todos y todas tendríamos que tener el derecho de poder ver esta explosión de teatralidad para todo público que nos invita a redescubrirnos en lo individual y en lo colectivo. Aquí es cuando la presencia del Estado se hace indispensable para que implemente políticas culturales que posibilite y garantice que esta obra, como otras, puedan, no solo sostenerse sino girar por el país y por exterior para encontrarse con sus espectadores.
Y lo escribo desde la porteñidad más encrespada, y con orgullo al mismo tiempo de serlo porque es parte de mi identidad pero también lo escribo desde mi identidad recuperada luego de-estar- en- esa –ronda-junto- al- fuego bajo la luna y las estrellas, rodeada de ancestros y de almendros, cuando me pude descalzar el cemento, apagar los semáforos estéticos, reemplazar las candilejas del centro por las estrellas de ese cielo de Río Negro.
De vuelta al aeropuerto Lucio conduce su relato de amigo y el círculo se cierra en sus estampas familiares que me con-vida. Ya no éramos los mismos después de La Flor de Amate –Cun. El círculo se cerraba sobre los pies descalzos de nuestra infancia alrededor del círculo de fuego alrededor del calor de estas palabras. Volví con el alma en relato como un cuento, esos que nos contaban nuestras madres Lucía y María, que a la vez se los contaron nuestros abuelos.
Tal vez se trate de eso, de habitar al tiempo en su carácter eterno en la inmensidad frágil del instante, tal vez no haya nada más moderno que la antigüedad, tal vez sea cierto: nada hay fuera del texto, ni de la infancia. La Flor de Amate-cun me dio otro seminario de dramaturgia para la infancia que no esperaba encontrar-me.
Cuando viajo, ahora lo comprendo, mi alma entera se transforma en un ave, tal vez un búho, símbolo de la filosofía, que ve en la oscuridad, y retoma vuelo por toda mi vida y se posa en las montañas de mi infancia, revoloteando por los ríos de mí adolescencia soportando el peso de la materia que nos demora inútilmente en el pre embarque físico que me recuerda por un instante a mi propia muerte, a la que la cultura nos hace ignorar o huir en lugar de darnos el coraje de mirarla de frente, a los ojos, y encontrar en su mirada el reflejo de la vida misma: nuestra identidad.
“Vinimos un ratito aquí a conocernos soñándonos” Beatriz Camargo
Ficha técnica
AUTORA: BEATRIZ CAMARGO / DIRECCIÓN: DARDO SÁNCHEZ / ELENCO: CECILIA ARCUCCI- LILIANA GODOY-DARDO SÁNCHEZ-ARIEL FORESTIER-CINTIA ULLUA-FRANCISCA GÓMEZ- AYELÉN PRADO-DIEGO RÓMULO EGGLE-GABRIELA CAMINO / DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN DE MÁSCARAS: ÓSCAR HEREDIA / VESTUARIO: JULIETA CABANES- CINTIA ULLUA / CREACIÓN MUSICAL: FRANCISCA GÓMEZ-LAUTARO RIOS ESCENOGRAFÍA: ELENCO LA FLOR DE AMATE CUN / DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN DE MÁSCARAS: ÓSCAR HEREDIA / FOTO DEL EVENTO: OSCAR HEREDIA (OTORONGO EMEAELE).
Teatro Tierra Teatro / Reservar con anticipación al 2995031835 .Ariel / Funciones: domingo 11/11 a las 16hs. domingo 18/11 a las 18hs, y Sábado 24/11 a las 21hs.