Dentro del marco de las clásicas retrospectivas del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se realizó un foco especial sobre el director de cine John M. Stahl compuesta de ocho películas, clásicos del melodrama estadounidense, curadas por el crítico Boris Nelepo. John M. Stahl dirigió 42 películas entre la década de 1910 y 1949 y fue el primer director de Hollywood que ha mostrado consistentemente personajes femeninos fuertes e independientes. Se lo ha comparado con el director Douglas Sirk pero Stahl no ha tenido la fortuna de ser tan conocido como el cineasta alemán.

 En esta oportunidad hemos podido disfrutar de dos de sus maravillosas películas, clásicos del melodrama estadounidense: Seed (1931) y La imitación de la vida (1934). Seed cuenta la historia de Bart Carter, un hombre que siempre soñó con convertirse en escritor, pero en un momento de su vida se casó y tuvo cinco hijos con su esposa Peggy, hasta que reaparece Mildred Bronson, una agente literaria y antigua novia de Bart que hará tambalear la vida familiar. Seed es una película austera y cruda en su forma de mostrar el drama, con varios de los elementos de las películas “pre código Hays” (sin censuras) Stahl muestra sin manipulaciones cómo las mujeres siempre pierden. En esta película hace su aparición temprana Bette Davis, con tan sólo 20 años, en el papel de una de las hijas del matrimonio.

 La imitación de la vida se centra en la historia de cuatro mujeres a lo largo de quince años, Beatrice y Delilah, la señora de la casa y su sirvienta negra, construyen un próspero negocio pastelero mientras crían a sus propias hijas. En la compleja dinámica de sus relaciones hay lugar tanto para el amor y la generosidad como para la más terrible crueldad. La imitación de la vida es una de las películas estadounidenses clave de los años 30, no solo por estar centrada en un personaje femenino fuerte e independiente, sino también por exponer la desigualdad y el tratamiento injusto sobre los afroamericanos. En ambas película podemos observar la sororidad que emerge entre los personajes femeninos haciéndonos emocionar hasta las lágrimas.

 El foco se completó con Back Street (1932), Letter of Introduction (1938), When Tomorrow Comes (1939), Our Wife (1941), Que el cielo la juzgue (1945) y Débil es la carne (1947) todas exhibidas en copias en 35mm, provenientes de diferentes archivos y filmotecas del mundo, un verdadero festival cinéfilo para los amantes del séptimo arte.