Por Mariana ¨Jaqui¨ Ramirez

Desde la esquina de la calle Donado y la Av. Olazábal veo un inmenso portón de garaje semi abierta, allí está parada con una planilla en mano Leticia Coronel, la dramaturga y directora de Estoy acá sin fin. Llego con pasos acelerados, muerta de calor en uno de los domingos más fríos de la ciudad, pensando que estoy llegando tarde a la función que tengo planificada ver hace tres semanas, y desesperada le pregunto ¿puedo entrar?, por suerte el tiempo juego a mi favor.

Por ese motivo, el ingreso a la sala se me hace eterno, me acomodo en primera fila, uno de los pocos lugares libres, solo percibo vacío en el espacio escénico, y ya todos están deseosos para que empiece la función.

Primero pasa la directora, se presenta y cuenta brevemente porque caminos transita está pieza. Se trata de un homenaje a su hija, con quién en un principio iba a realizarla, pero la vida misma cambio los planes y actualmente se presenta con un grupo de 5 mujeres inmensas de energía, ella son actrices y bailarinas. Son artistas de nuestros días posmodernos, con intensidad y fuerza se plantan solas o en duplas para contar uno de los vínculos más complejos: el de madre e hija.

Desde ese vínculo parte el conflicto, acaso ¿puede una madre abrazar a la niña que en algún momento fuimos?, y nosotras como hijas ¿podemos realmente entender a nuestra madre desde su enojes, su felicidad, o su manera de andar por la vida?. El tema es más que profundo, moviliza a mujeres y a hombres por igual.

Estoy acá sin fin de Leticia Coronel

No puedo dejar de pensar en lo talentosa que es esta mujer, que es la directora y un poco la madre de todos durante la función, no solo da lugar para que las artistas en el espacio pongan sus cuerpos en acción, con un guión, pero también, improvisando de manera tal que les permite probar por dónde ir en ese aquí y ahora. Acá es fundamental la escucha activa de ellas y del público que se vuelve participativo. Así, lo mágico del teatro se manifiesta en su máxima expresión y el silencio cobra un importantísimo lugar, ya que, es la raíz de las múltiples emociones que nos despierta.

En resumidas palabras, ingresas a este espacio de una manera y salís transformado. Estamos para siempre al lado de quién nos quiere verdaderamente, eso no tiene final nunca. Entonces, si el arte logró transformarnos, ya no hay palabras para decir. Simplemente Estoy acá sin fin es una obra de teatro independiente obligatoria que por nada del mundo tenes que perderte.


Ficha técnica

Actrices y creadoras escénicas: Nazarena Amarilla, Maira Annoni, Blanca Anzoategui, Damiana Gamarra, Jennifer Romina Hernández, Leticia Coronel / Dirección de arte y diseño de vestuario: Uriel Cistaro / Realización de arte: Luisa Vega / Asistencia de dirección: Matías Lozza (etapa inicial) / Asistencia de dirección y puesta en escena: Anastasia Villán / Asistencia de escena y producción ejecutiva: Sol Tuñón / Asistencia coreográfica: Lucía Cuesta / Fotografía: Nora Lezano / Diseño gráfico y producción visual: Alonso Gil Gil / Prensa: Marisol Cambre / Co-producción: Estudio Los vidrios, Ujo teatro / Asesoría y colaboración artística: Lisandro Rodríguez / Dramaturgia y dirección general: Leticia Coronel.

Estudio Los Vidrios: Donado 2348 (Villa Urquiza) / Funciones: los domingos a las 19hs / Duración: 60 minutos / Entrada ge.neral: $7000, Estudiantes y jubilados: $6000 / Reservas: estoyacasinfinobra@gmail.com