Por Mariana Jaqui Ramirez

Con ritmo particular, algo vertiginoso pero entretenido, se van sucediendo situaciones cómicas y absurdas. Un objeto cobra valor por todos, el lenguaje que cambia constantemente y unos secretos familiares que salpican a todos. Dentro de toda esa vorágine empieza El saco de Fred Astaire, una obra que nos invita a desmembrar la raíz de una historia familiar que tiene heridas del pasado que necesitan sanar.

Esta pieza fue escrita y dirigida por Malena Bernardi y cuenta una historia que se desarrolla en un pueblo chico. La acción inicia son Sulfita, hija única, pero materializa en dos cuerpos, la joven apasionada por la danza claqué se mueva a pasos acelerado en la medida que increpa a su madre. Estas Sulfitas se apoderan del escenario enérgicamente, dando inicio a un baile contagioso. Esos primeros minutos son cruciales y demanda mucha atención del espectador. El zapateo rítmico disminuye con la entrada de Berta, la madre que crío sola a su hija. Aparentemente Berta está en un amorío con el intendente que tiene raíces en el pasado. Por su parte, el intendente del pueblo presenta algunas dificultades en su autoestima tras el robo de un saco, casualmente pertenecía a Fred Astaire, el gran bailarín de los musicales de cine y teatro.

En el transcurrir de la obra se superponen capas del pasado que nunca fueron aclarados. El final es una suerte de reunión familiar que los une, pero deja en claro que una parte de su historia permanecerá rota.

La escenografía recrea una casa minimalista, con pocos objetos, una cortina estilo metalizada que permite la irrupción de cada personaje. El elenco es fantástico, cada personaje tiene un rol fundamental y bien delimitado. En el caso de las Sulfitas es muy original la elección dos actrices, ambas representan a la perfección la situación mental por la que transita la joven aspirante a bailarina.

Es la segunda temporada en cartelera y se están presentando en el Teatro El Crisol los domingos a las 20:30hs. El elenco y todo el equipo artístico merecen muchísimos aplausos y sin dudas, tiene méritos de sobra para convertirla en una opción obligatoria para elegir al teatro independiente.


Ficha técnica

Dramaturgia: Malena Bernardi / Actúan: Catalina de Urquiza, Pablo Kusnetzoff, Nora Mercado, Eileen Rosner / Coreografía y movimiento: Rosario Ruete / Escenografía y vestuario: Cecilia Zuvialde / Iluminación: Leandra Rodríguez / Música original: Severino ADN / Masterizado de sonido: Leandro Cereda / Diseño gráfico: Facundo Lopez Fraga / Asistente de Dirección: Nahuel Baltasar / Prensa: Melisa Melcer / Producción ejecutiva: Natalia Badgen / Fotografía: Chiara Rovelli / Video: Agustín Landoni / Supervisión dramatúrgica: Mariano Saba / Dirección: Malena Bernardi.

Teatro El Crisol: Malabia 611, CABA / Funciones: Domingos 20:30hs / Hasta el 28/04/2024.