Con pantalón, poncho y una voz apasionada aparece Chavela. La misma que llego a México para reinventarse desafiando todos los cánones de género y revolucionar los paradigmas establecidos.

Así la recuerdan en el documental biográfico estrenado hace unas semanas en Netflix, dirigido por las directoras Catherine Gund y Daresche Kyi; con el que lograron una nominación al premio GLAAD a mejor documental en 2018.

Este documental de 1 hora y 33 minutos de duración recorre los inicios de la cantante de rancheras: María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano Chavela Vargas” quién nació el 17 de abril de 1919 en Costa Rica. Proveniente de una familia religiosa y conservadora en 1930 se radica en México, siendo muy jovencita se estable en ese país para adoptarlo como propio, pues, según sus propias palabras “México te atrae, te atrapa”.

En esos primeros pasos de su turbulenta carrera artística resulto llamativo su modo de vestir, su estilo “sin género” para una mujer en esa época causo impacto, con pantalones, poncho, armada y con elevado consumo de alcohol que se igualaba al de un hombre. Estos primeros pasos de Chavela los dio con José Alfredo Jiménez, cantante y compositor mexicano. Junto a José Alfredo hacían brillar a la música regional mexicana, pero Chavela era la novedad que llego para romper con el esquema de las rancheras, su canto era con dolor, era de un corazón herido. Así logró establecerse en un mundo masculino para convertirse en la más macho entre los machos, como decían en su entorno.

En este recorrido biográfico se puede ver su ardua carrera, sus amores de los cuales muchos fueron conocidos, su soledad, los malos momentos, este mismo recorrido la llevo a ser amiga de grandes artistas, entre ellos: Frida Kahlo, Gael García Márquez, Pablo Picasso, Pedro Almodóvar, entre otros.

La libertad con la que supo manejarse la llevo a ser una monumental artista, la misma que dijo haber nacido cantando, reinvento la ranchera con su interpretación y abrió el camino para que todas aquellas cantantes latinoamericanas hagan lo propio. Personalmente considero que Chavela concentra a la mujer latinoamericana, de algún modo, todas tenemos algo de ella y, hoy más que nunca.

El documental da ganas de escuchar la música de Chavela, esas canciones que con su potente voz nos trasporta por diferentes climax. Sin dudas, este es un documental para disfrutar en esta cuarentena.