
¿Por qué la gracia?
Reírse del “otro”, de la diferencia, de la falla, pareciera que está de moda. Así pasa con El loco y la camisa. A medida que la trama avanza la situación con esa otredad se acompleja cada vez más, en ese instante aumenta la intensidad de la risa en la sala. Acaso ¿todos siguen la norma?, sería posible dar vuelta el tablero y reírnos de la “normalidad” de algunas persona.
Está claro que el campo teatral argentino tiene una larga trayectoria con las familias disfuncionales, en la actualidad tenemos dos claros ejemplos: La omisión a la familia Coleman un existo de Claudio Tolcachir y, Abandonemos toda esperanza dirigida por Alfredo Martín basada en la obra En familia de Florencio Sánchez, por mencionar algunos.
Centrémonos en El loco y la camisa, esta obra teatral surgida del trabajo en conjunto de los actores y del director Nelson Valente, todos pertenecientes a la compañía Banfield Teatro Ensamble. Con esta obra llevan casi una década rodando por todo Buenos Aires, con giras internacionales y diversos festivales. En todos estos años tuvieron funciones por varios teatros, han recibido premios importantes y halagos de toda la crítica.
Esta familia disfuncional que llego para quedarse, ha producido un sin fin de cuestionamientos de temas que son actuales y producen empatía con los espectadores. En primera instancia acá está muy bien marcada las divisiones entra las clases sociales: los del Conurbano Bonaerense (algunas sitio de la Zona Sur del Gran Buenos Aires) como un nivel inferior y, los de Zona Norte como un nivel superior donde se vive bien pero sacando ventajas a los que menos tienen.
En un espacio domestico se encuentran los padres, una mujer sumisa y sometida por la cabeza de familia. El marido un hombre que se maneja con las reglas antiguas en las que todo lo que hace está bien y es incuestionable. Con ellos están sus hijos, una hija que sueña con un ascenso social y es avergonzada por su hermano “Beto” (interpretado brillantemente por Julián Paz Figueira), quién se lleva todas las miradas de su entorno.
La fantasía de una vida mejor queda interrumpida por los secretos familiares que no pueden ser ocultados ante la mirada de un hipócrita como el novio/abogado de su hermana oriundo de Zona Norte. Por eso, Beto el hermano que es tratado como el diferente no tiene pelos en la lengua, le dice a su respetable cuñado: “Cuando te saques la careta, voy a ir a pasear con vos”. Pese a lo dicho, dentro de esta familia Beto termina siendo el más humano y honesto, junto a su madre ambos, son los personajes más puros y maltratados dentro de este clan familiar.
El elenco está formado por excelentes actores que dan cuenta de todos los años que llevan juntos arriba de las tablas. La escenografía es sencilla y contundente acorde con la historia que transmiten, todo esta concentrado en un living comedor reducido que termina cobrando vida propia.
La obra nos interpela profundamente, causando inquietud que nos conducen a un sinfín de reflexiones. Así pues, nos preguntamos ¿de qué modo pretendemos vivir, si no aprovechamos los simples momentos que nos brinda la vida?. No es un delito reírse, lo que si debería serlo es no reflexionar sobre que nos reímos.
Ficha técnico
Autoría: Nelson Valente Actúan: Soledad Bautista, Gabriel Beck, Ricardo Larrama, Julián Paz Figueira, José Pablo Suárez, Lide Uranga Escenografía: Luciano Stechina Fotografía: Mariana Fossati Asistencia de dirección: Ignacio Pescetti Dirección: Nelson Valente.
TEATRO EL PICADERO (Pasaje Santos Discepolo 1857, CABA) Web: http://www.teatropicadero.com.ar/ Entradas: desde: $350 – Funciones: Jueves – 22hs – Domingos 11:30hs hasta el 29/07/2018.